domingo, 21 de marzo de 2010

Edimburgo

Edimburgo no sueña vanidades de aurora sin espejos
y es quizás un horizonte muerto
o un susurro de esperanza vana

no busques el fruto prohibido en el país extinto
ni en el norte estéril
no en la bóveda esmeralda de castillos olvidados
no en los paraísos yermos

Porque el sol mora en tu interior
tras los párpados frágiles
tras las leves miradas
libres

Tú eres el aire
eres verso que fluye y canción escondida
eres voz profunda de los bosques milenarios que clama por la tierra
y que busca las raíces del alba

anegas el mundo con un gesto
y al envés
puedes sentir que dentro de ti
hay paraísos inmarcesibles esperando a ser descubiertos
paraísos que intuyo y que amo


desesperadamente

1 comentario:

  1. Este poema no está dedicado a un tú general, como pasaba con otros, sino a un tú muy concreto y especial...

    Klara, gracias por existir.
    Sin ti la poesía no tendría sentido.
    BE BI.
    Moriremos tras los prados de murmullos secos. Azafrán del camino, destellos esmeraldas.

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