sábado, 27 de noviembre de 2010

I'm not blue

I close my eyes
And I think I wish I could tuch your face
But I can't
You're not here any more.
You're gone.
And maybe, you're gone for good.

Is it pity what I am feeling?
Not at all.
Just desire?
Not, it's not.

Yesterday, when you left me, when you went away, I thought you'd better don't bother on coming back.
Do I still love you?
How could you even hesitate?
Of course I love you.
But, you see, loving is a difficult task.

You don't even have a clue

You don't even have a clue about how I'm feeling right now.

I made my way home

You, pretty boy.
Don't talk.
Just exist, as you've always done.
You, pretty boy, I'm quite tired.

Loving is a difficult task

It is not just how I feel
It is the way you look
It is the way I think
It is the feeling that I will never be the same again.

And now, I know how I feel
I know what to say
cause everything seems clear to me.

But, you see, loving is a difficult task,

domingo, 21 de noviembre de 2010

Desierto extraño

Te quiero porque sé que eres hermoso
Pero no es la hermosura de tu cuerpo apeirónico
ni la de tu alma nouménica
es la hermosura inasible del espejo de mármol.
Es la hermosura efímera del cristal de hielo ante el sol despiadado de la aurora.
Es la hermosura sutil del viento meciendo los últimos copos de nieve en pleno julio.
Es la hermosura de la luna.
Eres más hermoso de lo que la gente puede describir, de lo que su vocabulario escaso o poca imaginación pueden apresar entre el lenguaje. Pero los poetas percibimos, los poetas sabemos cómo hacerlo. Tal vez ese don sea también nuestra condena, pues nos impida gozar de la hermosura como lo haría el mirlo incauto o la montaña inconsciente. Decimos que no podemos disfrutar de ella, tal es nuestra condena. Pero podemos percibirla, podemos apresarla con ideas y podemos, como nadie puede, inmortalizarla. Tal es nuestro don. Tal es nuestra condena.
No me importa no poder gozar de tu hermosura, si a cambio soy capaz de percibirla.
Eres más hermoso que cien mil cometas raudos, descomponiéndose en una hermosa estela infinita, volando brillantes a su propia destrucción. Y entre tus venas palpita la noche de los eones perdidos. Y eres mariposa de delirios incandescentes o fuego o luz que se expande entre las tinieblas verdes de la desolación calculada, arrasando el horizonte, anegando los miedos de las civilizaciones sordas, sordas al aullido del hombre por el hombre. Eres la rebeldía del espíritu que cela en su coraza de coral y libera una legión de sueños en torrente inmenso, imparable, para violar los valores corrompidos, para deshacer el embrujo que prohíbe, para cantar al amor de los sinsueño. Y eres el ocaso, el ocaso en toda su terrible magnitud.

Pero ellos no lo ven. No los envidio.

El salón escarlata

En el salón escarlata
guardo y atesoro los sentimientos hermosos.
En el salón de cojines persas y tapices de épicas historias
almaceno sensaciones de recuerdo.
Sensaciones dulces y también poderosas pasiones de deseo.
En el salón escarlata de cortinajes densos,
ahí reside
     arropado entre las telas
                         mi protegido corazón.

El camino hacia el salón escarlata es difícil
efímero, traicionero y peligroso.
Pero si logras encontrarlo,
y reúnes el suficiente valor para seguirlo,
tal vez puedas asomarte a su pesada puerta
y contemplar lo que aún nadie ha visto.

Entonces, tal vez entiendas porqué el salón escarlata,
y por qué tengo que, entre cojines persas y densos cortinajes,
resguardar mi corazón...
Tal vez lo entiendas, el salón escarlata y su destino.

Admiración en el diamante vacío

Desolación.
No te encuentro.
Aunque antaño gustaste de ligarte a mi existencia.
Desolación.
Hoy sólo habitas mi recuerdo, recuerdo temprano sin embargo.

Desolación.
Casi he llegado a acostumbrarme a tu presencia
Y mentiría si dijese que no espero encontrarte en el futuro,
En el futuro próximo.
Pues me has acompañado fielmente desde largo tiempo.

Y te espero.
Como se espera que llueva en un mes de otoño,
Como algo inevitable, casi con indiferencia, u obligada resignación.

Desolación, volverás.
Y transmutarás mi alma convulsa a tu antojo. Y profanarás los pequeños lugares que mi inocencia construye.
Pero no te lo llevarás todo contigo.
No esta vez.

No te llevarás mi amor.
Desolación.
Y cuando partas, cuando decidas que mi corazón ha tenido suficiente y está ahíto de penas y de llanto.
Él quedará.
El amor que ahora siento. Permanecerá incólume.
Desolación, querida amiga.

Desolación.

He decidido

El amor es extraño
El miedo no puede penetrarlo
Busco en el horizonte y encuentro tu mirada
No hay barreras insondables
Ahora, todo lo que diga carece de sentido
Y amar vuelve a hacer que me sienta vivo
¿Por cuánto tiempo?
¿Cuándo volverá el tormento?
Volverá pronto,
Lo intuyo, el sufrimiento y la frustración, aguardan, acechan.
Pero ahora estoy preparado
Preparado para ellos, pues he aceptado, son parte del amor extraño
Y no van a hacer que renuncie a él.

Lucharé por este amor
aunque sea lo último que haga.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Al Alba entregaré

Al Alba entregaré llenas mis manos
de amor y de los pétalos que exhalan
colores y aún perfumes si resbalan
en ellas las de Apolo, mas en vano.