lunes, 7 de diciembre de 2009

Podredumbre

Las damas discretas
vuelven a vagar
distantes
en el seno de la noche
su mentora

mientras que yo me desvivo en mi eterno vórtice
inhumano
de ella
desasido

no hay forma de pararlo,

aunque talvez...

si me libro del yo.

Voy a hacerlo poco a poco
con amor
me iré desprendiendo de mí
hasta no sentir más desasosiego

po
co

a

po
co

ya no estoy en mí
ya no usa la primera persona
ya no está dentro de él, de esa persona escribiendo en su teclado

se ha desprendido
me he desprendido
nos hemos desprendido

porque ya no es él
es algo más grande, es las montañas y el cielo
es las casas, los valles y las paredes de esta estancia
es el aroma del otoño y el despertar del invierno
es el frío y el candor
ahora todo está en calma
ahora comenzará a vivir

para siempre