y exalté tus dones y tus gracias, por lo demás inexistentes.
La vida que quise ver entre tus ojos
era vida mentida,
y lágrimas de sangre ahora veo
cercenar las esperanzas que crecieron.
Márchate
a tu balcón de mármol
vuelve a tu caverna tosca de granito
No quiero que atormentes mi suspiro con las mentiras de tus sueños
con tus abrazos de marea.
Escucha, cuando todo te fue dado y premiaste mi alborozo y mi cariño
con mentiras y palabras, con gestos vacíos,
mi deseo pulsante.
Quien bebe el amargo cáliz está condenado a la muerte
Pagará el hospedaje con su vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario