¡Cuántas noches, rendido ante las ondas,
apagando la luz de su cabello,
ve su fin entre espumas, derrotado!
Y el Júpiter marino, sin querello,
del cielo al Goliat sin usar honda,
abate de su trono consagrado;
y después de apartado,
Neptuno victorioso,
de la color celoso
cuyo enemigo de la frente prende
el cielo anega y al dïos ofende
que en las cavernas mora vanidoso,
y la razón no entiende
que vuelve su dominio tenebroso.
El deshielo
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Hace tiempo que no escribo, que no subo fotos o vídeos, que no cuento
cunetos (eso menos). Hace tiempo que no sueño, en el sentido más
emocionante de la pa...
Hace 12 años
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